"La felicidad de cada uno no consiste en esto ni en aquello sino en conseguir y gozar cada uno de lo que le gusta."

Baltasar Gracián prosista del conceptismo barroco

martes, 11 de octubre de 2011

¿ A qué llamamos literatura del Barroco?

Llamamos Barroco al estilo artístico y literario que prevaleció en Europa y en Hispanoamérica  desde el año 1600 hasta el 1750 -se asocia al siglo XVII debido a circunstancias socio-políticas de la época que configuran una sociedad llena de contrastes. Una expresión artística, innovadora y original, de carácter expresionista. Plantea una visión del mundo llena de falsas apariencias y sienten angustiosamente el paso del tiempo hacia una muerte inexorable. Estéticamente, el Barroco se caracterizó, en líneas generales, por la complicación de las formas y el predominio del ingenio y el arte sobre la armonía de la naturaleza, que constituía el ideal renacentista.

Contexto histórico del periodo


La decadencia política y militar
El siglo XVII fue para España un período de grave crisis política, militar, económica y social que terminó por convertir el Imperio Español en una potencia de segundo rango dentro de Europa. Los llamados Austrias menores -Felipe III, Felipe IV y Carlos II- dejaron el gobierno de la nación en manos de ministros de confianza o validos entre los que destacaron el duque de Lerma y el conde-duque de Olivares. En política exterior, el duque de Lerma, valido de Felipe III, adoptó una política pacifista y logró acabar con todos los conflictos heredados del reinado de Felipe II. Por el contrario, el conde-duque de Olivares, valido de Felipe VI, involucró de lleno a España en la guerra de los Treinta Años, en la que España sufrió graves derrotas militares. Durante la segunda mitad del siglo, Francia aprovechó la debilidad militar española y ejerció una continua presión expansionista sobre los territorios europeos regidos por Carlos II. Como consecuencia de esta presión, la Corona española perdió buena parte de sus posesiones en Europa, de modo que a principios del siglo XVIII el Imperio español en Europa estaba totalmente liquidado. En política interior, la crisis no fue menos importante. El duque de Lerma procedió a la expulsión de los moriscos (1609), con lo que se arruinaron las tierras de regadío del litoral levantino, y permitió la generalización de la corrupción administrativa. Posteriormente, la política centralista del conde-duque de Olivares provocó numerosas sublevaciones en Cataluña, Portugal, Andalucía, Nápoles y Sicilia. La rebelión catalana fue sofocada el año 1652, mientras que la sublevación portuguesa desembocó en la independencia de ese país (1668).  
La crisis social y económica
En el siglo XVII, España sufrió una grave crisis demográfica, consecuencia de la expulsión de casi 300.000 moriscos y de la mortalidad provocada por las continuas guerras, el hambre y la peste. La sociedad española del siglo XVII era una sociedad escindida: la nobleza y el clero conservaron tierras y privilegios, mientras que los campesinos sufrieron en todo su rigor la crisis económica. La miseria en el campo arrastró a muchos campesinos hacia las ciudades, donde esperaban mejorar su calidad de vida; pero en las ciudades se vieron abarcados al ejercicio de la mendicidad cuando no directamente a la delincuencia. Por otra parte, la jerarquización y el conservadurismo social dificultaban el paso de un estamento a otro y sólo algunos burgueses lograron acceder a la nobleza. La única posibilidad que se ofrecía al estado llano para obtener los beneficios que la sociedad estamental concedía a los estamentos privilegiados era pasar a engrosar las filas del clero. Este hecho, unido al clima de fervor religioso, trajo como consecuencia que durante el siglo XVII se duplicara el número de eclesiásticos en España.

Contexto cultural del barroco

Una palabra clave en la cultura barroca es “desengaño”. Frente al vitalismo y optimismo renacentista, y la exaltación del hombre y la naturaleza, el Barroco supone una postura de desconfianza ante el mundo y un sentido sombrío de la existencia humana.
En el Barroco se toma conciencia de:
a) Apariencia engañosa de las cosas: el mundo es un confuso conjunto de apariencias. Ante este mundo engañoso y cambiante, una actitud es la de la prudencia –y ser prudente, según GRACIÁN, es acomodarse a las circunstancias(prosa DIDÁCTICA)- y otra postura es la de crítica y protesta (literatura SATÍRICA).
b) Brevedad y fugacidad de la vida, y angustia de la muerte: la vida es un tránsito fugaz (“nacer es empezar a morir”, dirá Quevedo). Ante esta realidad se pueden adoptar, básicamente, dos posturas o actitudes: una dará lugar a la literatura de reflexión y didáctico-moral, de tono pesimista (GRACIÁN y algunos poemas de QUEVEDO); otra actitud supondrá una incitación al disfrute de la vida mientras sea posible (continuación del “carpe diem” renacentista, pero ahora de una forma más angustiada) o el evadirse, ya refugiándose en la estética pura (poesía cultista, de GÓNGORA, plagada de recursos formales), ya ofreciendo formas de diversión popular (popularidad del TEATRO).



La fundamentación del racionalismo
El pensamiento racionalista tuvo en el siglo XVII algunas de sus figuras más destacadas: Descartes, Leibniz, Spinoza. Todos ellos relegaron la posibilidad de un saber revelado y defendieron que la razón es la principal fuente de conocimiento humano. De este modo sentaron las bases del racionalismo.

Quienes más influyeron en el pensamiento posterior fueron el físico italiano Galileo Galilei y el matemático francés René Descartes.

Galileo Galilei fue uno de los fundadores del método experimental, A partir de sus observaciones, enunció las leyes de caída de los cuerpos y refrendó la teoría heliocéntrica de Copérnico. Debido a sus conclusiones, Galileo fue sometido a un humillante proceso inquisitorial, en el que se le obligó a abjurar de sus argumentos sobre el desplazamiento de la Tierra alrededor del Sol.
René Descartes fundamentó el racionalismo filosófico y científico. Partiendo de la crítica de los sentidos como forma de conocimiento ha de fundamentarse en la intuición de principios incuestionables; desde ese momento, la razón elabora construcciones cada vez más abstractas, siguiendo un método deductivo. Un arte teatral
En España, la influencia del racionalismo apenas se dejó sentir. En su lugar, se registra una actitud de escepticismo hacia la naturaleza humana, escepticismo que conduce a una visión pesimista del mundo radicalmente opuesta al optimismo renacentista. Un buen ejemplo de esta actitud lo encontramos en Baltasar Gracián, para quien las únicas armas de que se dispone para combatir el estado de crisis y ruina de la sociedad son el individualismo y la desconfianza hacia los demás.
El barroco artístico contrasta abiertamente con el ideal de armonía, proporción y medida que propugnó el Renacimiento.

Las principales características del arte barroco son:

Dinamismo. El artista barroco desea crear sensación constante de movimiento. Frente al predominio de las líneas rectas en el arte renacentista, el Barroco se vale, sobre todo, de la línea curva.

Teatralidad: El artista intenta conmocionar emotivamente al espectador y para ello recurre a procedimientos hiperrealistas. Esta intencionalidad se aprecia, por ejemplo, en la representación de Cristos yacentes y en toda la imaginería sacra.
Decorativismo y suntuosidad: El artista del Barroco atiende por igual a lo esencial y a lo accidental. De ahí su minuciosidad en la composición de pequeños detalles y su gusto por la ornamentación.
Contraste: El artista barroco se manifiesta contrario al equilibrio y a la uniformidad renacentistas. Su ideal es acoger en una misma composición visiones distintas, y hasta antagónicas, de un mismo tema. En los cuadros de asunto mitológico, por ejemplo, los dioses aparecen mezclados con personajes del pueblo.

La literatura del Barroco

El siglo XVII y el auge de las premisas barrocas coincidieron en España con un brillante y fecundo período literario que dio en llamarse Siglo de Oro. Estéticamente, el barroco se caracterizó, en líneas generales, por la complicación de las formas y el predominio del ingenio y el arte sobre la armonía de la naturaleza, que constituía el ideal renacentista.

Entre los rasgos más significativos del barroco literario español resulta relevante la contraposición entre dos tendencias denominadas conceptismo y culteranismo, cuyos máximos representantes fueron, respectivamente, Francisco de Quevedo y Luis de Góngora. Los conceptistas se preocupaban esencialmente por la comprensión del pensamiento en mínimos términos conceptuales a través de contrastes, elipsis y otras y otras figuras literarias. Por el contrario, los culteranos buscaban la delectación de una minoría culta mediante el recurso a metáforas, giros e hipérboles, con modificación de las estructuras fraseológicas, en busca del máxismo preciosismo. Característica del barroco hispánico fue también la contraposición entre realismo e idealismo, que alcanzó su máxima expresión en la que estaría llamada a convertirse en una de las cumbres de la literatura universal, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (primera parte, 1605; segunda, 1615), de Miguel de Cervantes.


Caracteristicas fundamentales de la literatura
1. Inestabilidad: referida a un equilibrio planteado en el poema, pero de naturaleza precaria y que está constantemente a punto de quebrarse, para renovarse o reerigirse otra vez. Abundan superficies que se inflaman o revientan, formas evanescentes, fugaces; desarrollos proliferantes y espirales.

2. Movilidad: el poema barroco es un poema en movimiento, inquieto, descentrado. Eso exige, a su vez, que el lector movilice y multiplique sus puntos de vista y su forma de abordar la lectura.

3. Metamorfosis: Literalmente, “la unidad moviente de un conjunto multiforme a punto de metamorfosearse”.

4. Apariencia: mejor dicho, dominio de las apariencias y de los decorados por encima de las estructuras y de las propias anécdotas e historias que se ponen en juego en el texto.


En la literatura, el Barroco tienen fundamentalmente dos manifestaciones, no siempre separadas: 


El conceptismo incide, sobre todo, en el plano del pensamiento. Quevedo fue su máximo representante, y su teórico y definidor fue Gracián, quien en Agudeza y arte de ingenio definió el concepto como "aquel acto del entendimiento, que exprime las correspondencias que se hallan entre los objetos". Para conseguir este fin, los autores conceptistas se valieron de recursos retóricos, tales como la paradoja, la paronomasia o la elipsis. También emplearon con frecuencia la dilogía, recurso que consiste en emplear un significante con dos posibles significados.

Se nota una dificultad en el contenido , se presenta una gran acumulación de conceptos.

El culteranismo, representado por Góngora, se preocupa, sobre todo, por la expresión. Sus caracteres más sobresalientes son la latinización del lenguaje y el empleo intensivo de metáforas e imágenes.
La latinización del lenguaje se logra fundamentalmente mediante el uso intensivo del hipérbaton y el gusto por incluir cultismos y neologismos, como, por ejemplo, fulgor, candor, armonía, palestra.
La metáfora es la base de la poesía culterana. El encadenamiento de metáforas o series de imágenes tiene el objetivo de huir de la realidad cotidiana para instalarnos en el universo artificial e idealizado de la poesía.

 algo muy importante de la literatura son las novelas picarescas; se inicia en España y luego la imitan los Ingleses. Las grandes novelas Inglesas tiene que ver con la novela picaresca de Española.
La Literatura del siglo XVI se expresaba en un estilo sereno y de equilibrio; el barroco del XVII viene a desestabilizar esa serenidad y diversas fuerzas entran en conflicto. Estas características se dan en toda Europa y en cada país toman un nombre diferente:

Eufuismo le llaman los poetas ingleses
Preciosismo en Francia
Marinismo en Italia

TEMAS
Los temas más característicos son:
a) El amor, definido a veces como algo contradictorio y engañoso “creer que un cielo en un infierno cabe, / dar la vida y el alma a un desengaño” (Lope de Vega)
b) Las vanidades de la vida: crítica de elementos como el dinero, la ambición, el orgullo.
c) La fugacidad y la inconsistencia de la vida: la persona es un ser predestinado a la muerte, y la vida es sólo el escenario donde el tiempo pasa rápidamente. Tópico del “cotidie morimur”.
d) La lucha por la vida. Como ocurre en la novela picaresca (“Guzmán de Alfarache”, “El Buscón”) que sigue la estela del Lazarillo.
e) Literatura de tipo reflexivo y prosa doctrinal, tanto individual como social, que trata de orientar en un mundo engañoso (prosa DIDÁCTICA).
f) Literatura satírco-burlesca


Tópicos del Barroco
Con el Barroco se vuelve a los tópicos de la Edad Media, que se revisten de una forma más culta y de una filosofía más profunda. Se deja el optimismo y claridad racional del Renacimiento y se vuelve al pesimismo y al oscurantismo medievales.

Desengaño. Es el tema general en una generación que se ha formado escuchando y leyendo a los ascetas y místicos de la España hipercatólica y encerrada en sí misma de Felipe II.

La melancolía saturniana. Bajo el símbolo de Saturno se suele expresar la melancolía por el paso de tiempo y la vejez.

Tempus fugit. La inestabilidad de los hombres y la fugacidad de las cosas porque el presente es una perpetua descomposición. "Solamente lo fugitivo permanece y dura". "Hoy pasa y es, con movimiento / que a la muerte me lleva despeñado". "Soy un fue, y un será, y un es cansado" (Quevedo). "Del tiempo huye lo que el tiempo alcanza" (Lope de Vega).

Adynata o mundo al revés. Quevedo frecuentemente altera el orden lógico por el que debería corresponder si hubiera justicia en el mundo, como en La hora de todos o la Fortuna con seso.

Mundo como laberinto, gran plaza o mesón. El mundo es un sitio donde siempre las apariencias engañan y sólo la prudencia puede evitarnos el mal.

Concordia de opuestos (Baltasar Gracián dice que nuestra vida se "concierta de desconciertos").

El mundo como guerra. "La vida del hombre milicia es en la tierra", dice Mateo Alemán. Quevedo: "Esta guerra civil de los nacidos".

Homo homini lupus: "El hombre lobo del hombre". El hombre no es bueno con sus semejantes, sino que se aprovecha de ellos. El tópico lo formuló Thomas Hobbes en su Leviatán, pero proviene de una frase de Plauto: lupus est homo homini, non homo.

Memento mori: "Recuerda que has de morir", frase con que se solían saludar los monjes franciscanos. También se suele decir "Et in Arcadia ego", esto es, "también yo (la muerte) estoy en la Arcadia".

Odi profanum vulgus et arceo: "Odio al vulgo profano y lo aparto de mí", Horacio. Desprecio de los aplausos de la muchedumbre y búsqueda sólo de los de la gente instruida o de buen gusto. Es un tópico propio de los prólogos; se ha perdido en el Barroco el nobilitare renacentista de la lengua y literatura tradicional y se busca ahora exclusivamente lo selecto.

Omnia mecum porto, "Conmigo llevo todas las cosas". Filosofía del estoico que no se ata a los bienes materiales del mundo.

Mundo como teatro. El mundo es un teatro para Calderón ("teatro funesto es, donde importuna / representa tragedias la Fortuna"), donde todo es apariencia; así lo reflejó en su auto sacramental El gran teatro del mundo. Sólo la reflexión y la abstención de acción, que nos distancian de lo que ocurre en escena, nos puede dar el sentido de la obra. El teatro del Globo isabelino tenía por lema "el mundo entero es un teatro".

Somnium Scipionis o "sueño de Escipión" (Cicerón). En un sueño, se ve a la distancia que dan las estrellas al gran imperio romano reducido a apenas una mota de polvo insignificante sobre la faz lejana de la tierra, por lo cual inspira desprecio toda ambición al lado de la recompensa que da la filosofía estoica.





En la literatura del Barroco predominan los contrastes entre:





Poesía del barroco
Los poetas barrocos del siglo XVII, siguieron mezclando estrofas tradicionales con las nuevas, así cultivaron el terceto, el cuarteto, el soneto y la redondilla. Se sirvieron de copiosas figuras retóricas de todo tipo, buscando una disposición formal recargada. No supone una ruptura con el clasicismo renacentista, sino que se intensifican los recursos estilísticos del arte renacentista, en busca de una complejidad ornamental, en busca de la exageración de los recursos dirigidos a los sentidos, hasta llegar a un enquistamiento de lo formal, escribieron sobre tópicos como la rapidez del tiempo, lo fugaz y la complejidad del mundo.



Autores representativos






LOPE DE VEGA
(1562-1635)


Lope Félix de Vega Carpio nació en Madrid de padres humildes. Su padre fue bordador Félix de Vega. Estudió en Madrid y en Alcalá.

Su vida fue muy azarosa. En particular, siguió una vida llena de aventuras amorosas, pues estuvo casado varias veces y tuvo varias amantes. Fue soldado, secretario de varios diplomáticos y, finalmente, sacerdote.

En cuanto a la vida y producción literaria, fue ciertamente un fenómeno de productividad. Escribió en todos los géneros literarios: novelas, dramas y poesía, tanto lírica como dramática. De corte tradicional, arte menor, y al estilo italianizante renacentista.

A pesar de todo ello, se le conoce sobre todo por su copiosa producción dramática. Sus dramas, en comparación a los de sus coetáneos, resaltan por el ingrediente popular: temas y rimas tradicionales, populares y nacionales.

En cuanto a su poesía lírica podrían distinguirse dos formas: la tradicional de arte menor y la italianizante. En cuanto a la primera cabe mencionar que Lope fue uno de los iniciadores del romancero nuevo. En sus romances nos canta, además de otros temas, sus múltiples aventuras amorosas. También escribió, en esta misma vena tradicional y popular, numerosas glosas, romances, canciones, tercetos, idilios y villanescas

La segunda forma poética la componen sus "Rimas humanas", que contienen 200 sonetos, en su mayor parte mitológicos y pastoriles, y "Rimas sacras", que incluyen 100 sonetos, principalmente religiosos y hagiográficos. Tanto en una como en la otra forma, observamos claramente el ingrediente temático de su azarosa vida, bien mundanal como religiosa.



FRANCISCO DE QUEVEDO

(1580-1645)
Francisco Gómez de Quevedo y Villegas, hijo de Pedro Gómez de Quevedo y Villegas y de María Santibáñez, nació en Madrid el 17 de septiembre de 1580 en el seno de una familia de la aristocracia cortesana. Escritor español, que cultivó con abundancia tanto la prosa como la poesía y que es una de las figuras más complejas e importantes del Siglo de Oro español.

En Madrid cursó sus primeros estudios en el Colegio Imperial de los jesuitas; —hoy Instituto de San Isidro— y después en la prestigiosa universidad de Alcalá de Henares; después cursó estudios de teología en la Universidad de Valladolid (1601-1606), ciudad que por aquellos años era la capital de España.

Hombre de acción envuelto en las intrigas más importantes de su tiempo, era docto en teología y conocedor de las lenguas hebrea, griega, latina y modernas. Destacaba por su gran cultura y por la acidez de sus críticas; acérrimo enemigo personal y literario del culterano Luis de Góngora, el otro gran poeta barroco español.

El año 1606 vuelve a su Madrid natal en busca de éxito y fortuna a través del duque de Osuna que se convierte en su protector; también entabla un pleito por la posesión del título nobiliario del señorío de La Torre de Juan Abad, —pequeña villa dependiente del municipio de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) al sur de La Mancha—. Se traslada a Italia en el año 1613, llamado por el duque de Osuna, entonces virrey de los reinos de Nápoles y Sicilia, el cual le encarga importantes y arriesgadas misiones diplomáticas con el fin de defender el virreinato que empezaba a tambalearse; entre éstas intrigó contra Venecia y tomó parte en una conjura. El duque de Osuna cayó en desgracia en 1620 y Quevedo fue arrastrado en la caída y desterrado a sus posesiones de La Torre de Juan Abad, después, sufrió presidio en el monasterio de Uclés (Cuenca) y arresto domiciliario en Madrid. Por defender con virulencia la propuesta que el Apóstol Santiago fuese elegido el patrón de España, en pugna con los carmelitas que proponían a Santa Teresa, se vuelve a ver Quevedo castigado al destierro de nuevo en La Torre de Juan Abad. Esta etapa azarosa y desgraciada marcó todavía más su carácter agriado y además entró en una crisis religiosa y espiritual, pero desarrolló una gran actividad literaria. Con el advenimiento del reinado de Felipe IV cambia algo su suerte; el rey le levanta el destierro pero el pesimismo ya se había apoderado de él.

De nuevo se siente tentado por la política, pues ve el desmoronamiento que se está cerniendo sobre España y desconfía del conde-duque de Olivares, valido del rey, contra quien escribió algunas diatribas amargas. Más tarde, por un asunto oscuro que habla de una conspiración, es acusado de desafecto al gobierno, y es detenido en 1639 y encarcelado en el monasterio de San Marcos (León), —hoy convertido en parador turístico de lujo— prisión tan miserable y húmeda, que provoca grandemente la merma de su salud.

Cuando es liberado, en 1643, es un hombre acabado y se retira a sus posesiones de La Torre de Juan Abad para después instalarse en Villanueva de los Infantes donde el 8 de septiembre de 1645 murió.

Su obra literaria es inmensa y contradictoria. Hombre muy culto, amargado, agudo, cortesano, escribió las páginas burlescas y satíricas más brillantes y populares de la literatura española, pero también una obra lírica de gran altura y unos textos morales y políticos de gran profundidad intelectual, que le hace ser el principal representante del barroco español. Su obra está entroncada con su forma de vida: desenvuelta y alegre en las sátiras de su juventud —letrillas burlescas y satíricas como "Poderoso caballero es don Dinero"— es el Quevedo más conocido y popular. Criticó con mordacidad atroz los vicios y debilidades de la humanidad, y zahirió de una manera cruel a sus enemigos, como en el conocido soneto, paradigma conceptista: "Érase un hombre a una nariz pegado...".

Entre sus poesías hay un sinnúmero de sonetos endecasílabos, pero también abunda el romance octosílabo y la redondilla. La poesía titulada "Epístola satírica y censoria..." es un alarde magistral de tercetos endecasílabos encadenados. Disfrutemos con esta esmerada antología de su inmensa obra poética.





LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE
(1561 – 1627)


Poeta cumbre de la poesía castellana. Nació y murió en Córdoba Durantes su juventud fue alegre, libertino e, incluso, pendenciero. Para los veinte años ya debiera estar ordenado de sacerdote, pero, a causa de su vida licenciosa, no llegó a ser sacerdote hasta los cincuenta años. Fue capellán, en Madrid, de Felipe III
Viajó mucho por toda España: Madrid, Salamanca, Granada, Cuenca, Toledo. Asistió a muchas tertulias y academias literarias. De carácter arisco, criticó a muchos poetas de su tiempo y, a su vez, fue criticado por ellos. Murió de apoplejía a los 65 años, aunque años antes ya había perdido la memoria.
En su poesía se distinguen claramente dos períodos: el tradicional, en que hace uso de los metros cortos y temas ligeros. Para ello usa canciones, tercetos, décimas, romances, letrillas, etc. Este período va hasta el año 1610, en que cambia rotundamente para volverse culterano, haciendo uso de metáforas difíciles, empleando mucha mitología griega, utilizando para ello muchos neologismos, hiperbatones, etc. haciendo, a veces, muy difícil su lectura.





TIRSO DE MOLINA
(1584 – 1648)


Tirso de Molina, cuyo nombre real era Gabriel Téllez, nació en Madrid. Según algunos, fue hijo (ilegítimo) del duque de Osuna. De joven ingresó en la Orden de la Merced y pronto fue trasladado a América. Pero duró muy poco tiempo ahí, puesto que, después de dos años, lo vemos en Toledo, en donde vivió la mayor parte de su vida.

Al nombrar a Tirso de Molina de inmediato nos viene a la mente lo del drama del Siglo de Oro español. Para ello no tenemos más que mencionar dos de sus dramas muy reconocidos en el mundo de las letras: El Burlador de Sevillay El condenado por desconfiado.

En un momento dado, Tirso fue criticado por sus hermanos de hábito, porque algunos de sus dramas trataban temas demasiado "humanos". Más tarde, en el Consejo de Castilla, se le prohibió escribir totalmente, por las mismas razones. Pero dicen los críticos que, a pesar de ello, continuó sigilosamente escribiendo.

Una de las características que distingue a Tirso del resto de sus colegas es, a pesar de ser fraile, el estudio psicológico que hace de la mujer. En general, cuando aparecen mujeres, que es muy común, el dramaturgo las perfila con mucha exactitud. Por otra parte, parece que no tiene inconveniente en vestirlas, a veces, con atavíos masculinos.

No solamente en sus dramas encontramos las magníficas cualidades literarias de este gran escritor, sino también en su poesía. Sus características principales podrían resumirse brevemente diciendo que Tirso es siempre muy mesurado, profundo en sus conceptos, con frecuencia tiende al humor sutil, pero siempre agradable y nunca hiriente.

Su poesía, incluso, casi siempre aparece formando parte de sus obra de teatro. Practicó y escribió en todas, o casi todas, las formas poéticas de su tiempo, tanto populares, o de "arte menor", como las más complejas, representativas del "arte mayor". Tiene varios "Certámenes" poéticos, mayormente de contenido religioso, pero llenos de humor y fina ironía.


Baltasar Gracián
BALTASAR GRACIÁN 
(1601-1658)

El escritor español Baltasar Gracián y Morales, a quien se considera un precursor del existencialismo y de la postmodernidad, nació en Belmonte(una localidad cercana a Calatayud) el 8 de enero de 1601. Aunque no se cuenta con información precisa acerca de su infancia, se cree que el autor empezó a involucrarse con el mundo de las letras a partir de sus diez o doce años de vida, época en la que probablemente haya asistido en su ciudad natal a un colegio jesuita.

En 1619, tras vivir en Toledo junto a su tío y estudiar lógica y latín, Gracián ingresó a laCompañía de Jesús a fin de realizar el noviciado. En 1621 regresó a Calatayud, donde cursó durante dos años la carrera de Filosofía.

Más allá de haberse destacado a través de su faceta de escritor y haber tenido contacto con la intelectualidad cultural aragonesa, hay que decir que la mayor parte de la vida de Baltasar Gracián estuvo vinculada al área religiosa. En este sentido, cabe recordar que el autor se convirtió en sacerdote en 1627 y, a partir de ese entonces, se desempeñó, por ejemplo, en el Colegio de Calatayud como profesor de Humanidades y, más tarde, de Teología Moral y Filosofía, fue confesor del virrey de Aragón Francisco María Carrafa (duque de Nochera), predicador en Huesca, vicerrector del Colegio de Tarragona (donde le brindo contención espiritual a los soldados que tomarían Lérida en la Sublevación de Cataluña) y Maestro de Escritura en Zaragoza.

“El héroe”, “El criticón”, “El político”, “Arte de ingenio, tratado de la agudeza”, “El discreto”, “Oráculo manual y arte de prudencia” y “El comulgatorio” son algunas de las obras literarias creadas por este español fallecido el 6 de diciembre de 1658 en Zaragoza que, a lo largo de su trayectoria, supo cultivar la prosa didáctica y filosófica.

Obras representativas

Literatura

A una nariz
 Érase un hombre a una nariz pegado,

 érase una nariz superlativa,
 érase una nariz sayón y escriba,
 érase un peje espada muy barbado.
 Era un reloj de sol mal encarado,
 érase una alquitara pensativa, érase un elefante boca arriba,
 era Ovidio Nasón más narizado.
 Érase un espolón de una galera,
 érase una pirámide de Egipto,
 las doce Tribus de narices era.

(Francisco de Quevedo, Fragmento.)

Soledades
al Duque de Béjar

Pasos de un peregrino son, errante,
Cuantos me dictó versos dulce Musa
En soledad confusa,
Perdidos unos, otros inspirados.

¡O tú que de venablos impedido
?Muros de abeto, almenas de diamante?,
Bates los montes que de nieve armados
Gigantes de cristal los teme el cielo,
Donde el cuerno, del eco repetido,
Fieras te expone, que ? al teñido suelo,
Muertas, pidiendo términos disformes?
Espumoso coral le dan al Tormes!:

(Luis de Góngora, fragmento)

A la noche
Noche, fabricadora de embelecos,
loca, imaginativa, quimerista,
que muestras al que en ti su bien conquista
los montes llanos y los mares secos;

habitadora de cerebros huecos,
mecánica, filósofa, alquimista,
encubridora vil, lince sin vista,
espantadiza de tus mismos ecos:

la sombra, el miedo, el mal se te atribuya,
solícita, poeta, enferma, fría,
manos del bravo y pies del fugitivo.

Que vele o duerma, media vida es tuya:
si velo, te lo pago con el día,
y si duermo, no siento lo que vivo.


( Lope de Vega.)


Arte


(Cristo en casa de Marta, National Gallery de Londres,Velásquez Diego)


(Cristo crucificado, Francisco de Zurbaran)
Archivo:Ecstasy St Theresa SM della Vittoria.jpg

(Éxtasis de Santa Teresa,Gian Lorenzo Bernini)

Bibliografía

http://www.monografias.com/trabajos/contbarroco/contbarroco.shtml

http://www.e-scoala.ro/espanol/referat_baroc_caract.html
http://sonnets.spanish.sbc.edu/Vega_Noche.html
http://www.poemasde.net/soledades-luis-de-gongora/
http://users.ipfw.edu/jehle/poesia/eraseunh.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_del_Barroco
http://www.librosvivos.net/smtc/homeTC.asp?TemaClave=1090
http://sapiens.ya.com/auladelengua/barroco.htm
http://lenguayliteratura.org/ltr/index.php?option=com_content&task=view&id=405&Itemid=40
http://www.los-poetas.com/f/quev.htm
http://www.los-poetas.com/h/biocalde.htm
http://www.poemas-del-alma.com/blog/biografias/biografia-de-baltasar-gracian