"La felicidad de cada uno no consiste en esto ni en aquello sino en conseguir y gozar cada uno de lo que le gusta."

Baltasar Gracián prosista del conceptismo barroco

martes, 11 de octubre de 2011

La literatura del Barroco

El siglo XVII y el auge de las premisas barrocas coincidieron en España con un brillante y fecundo período literario que dio en llamarse Siglo de Oro. Estéticamente, el barroco se caracterizó, en líneas generales, por la complicación de las formas y el predominio del ingenio y el arte sobre la armonía de la naturaleza, que constituía el ideal renacentista.

Entre los rasgos más significativos del barroco literario español resulta relevante la contraposición entre dos tendencias denominadas conceptismo y culteranismo, cuyos máximos representantes fueron, respectivamente, Francisco de Quevedo y Luis de Góngora. Los conceptistas se preocupaban esencialmente por la comprensión del pensamiento en mínimos términos conceptuales a través de contrastes, elipsis y otras y otras figuras literarias. Por el contrario, los culteranos buscaban la delectación de una minoría culta mediante el recurso a metáforas, giros e hipérboles, con modificación de las estructuras fraseológicas, en busca del máxismo preciosismo. Característica del barroco hispánico fue también la contraposición entre realismo e idealismo, que alcanzó su máxima expresión en la que estaría llamada a convertirse en una de las cumbres de la literatura universal, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (primera parte, 1605; segunda, 1615), de Miguel de Cervantes.


Caracteristicas fundamentales de la literatura
1. Inestabilidad: referida a un equilibrio planteado en el poema, pero de naturaleza precaria y que está constantemente a punto de quebrarse, para renovarse o reerigirse otra vez. Abundan superficies que se inflaman o revientan, formas evanescentes, fugaces; desarrollos proliferantes y espirales.

2. Movilidad: el poema barroco es un poema en movimiento, inquieto, descentrado. Eso exige, a su vez, que el lector movilice y multiplique sus puntos de vista y su forma de abordar la lectura.

3. Metamorfosis: Literalmente, “la unidad moviente de un conjunto multiforme a punto de metamorfosearse”.

4. Apariencia: mejor dicho, dominio de las apariencias y de los decorados por encima de las estructuras y de las propias anécdotas e historias que se ponen en juego en el texto.


En la literatura, el Barroco tienen fundamentalmente dos manifestaciones, no siempre separadas: 


El conceptismo incide, sobre todo, en el plano del pensamiento. Quevedo fue su máximo representante, y su teórico y definidor fue Gracián, quien en Agudeza y arte de ingenio definió el concepto como "aquel acto del entendimiento, que exprime las correspondencias que se hallan entre los objetos". Para conseguir este fin, los autores conceptistas se valieron de recursos retóricos, tales como la paradoja, la paronomasia o la elipsis. También emplearon con frecuencia la dilogía, recurso que consiste en emplear un significante con dos posibles significados.

Se nota una dificultad en el contenido , se presenta una gran acumulación de conceptos.

El culteranismo, representado por Góngora, se preocupa, sobre todo, por la expresión. Sus caracteres más sobresalientes son la latinización del lenguaje y el empleo intensivo de metáforas e imágenes.
La latinización del lenguaje se logra fundamentalmente mediante el uso intensivo del hipérbaton y el gusto por incluir cultismos y neologismos, como, por ejemplo, fulgor, candor, armonía, palestra.
La metáfora es la base de la poesía culterana. El encadenamiento de metáforas o series de imágenes tiene el objetivo de huir de la realidad cotidiana para instalarnos en el universo artificial e idealizado de la poesía.

 algo muy importante de la literatura son las novelas picarescas; se inicia en España y luego la imitan los Ingleses. Las grandes novelas Inglesas tiene que ver con la novela picaresca de Española.
La Literatura del siglo XVI se expresaba en un estilo sereno y de equilibrio; el barroco del XVII viene a desestabilizar esa serenidad y diversas fuerzas entran en conflicto. Estas características se dan en toda Europa y en cada país toman un nombre diferente:

Eufuismo le llaman los poetas ingleses
Preciosismo en Francia
Marinismo en Italia

TEMAS
Los temas más característicos son:
a) El amor, definido a veces como algo contradictorio y engañoso “creer que un cielo en un infierno cabe, / dar la vida y el alma a un desengaño” (Lope de Vega)
b) Las vanidades de la vida: crítica de elementos como el dinero, la ambición, el orgullo.
c) La fugacidad y la inconsistencia de la vida: la persona es un ser predestinado a la muerte, y la vida es sólo el escenario donde el tiempo pasa rápidamente. Tópico del “cotidie morimur”.
d) La lucha por la vida. Como ocurre en la novela picaresca (“Guzmán de Alfarache”, “El Buscón”) que sigue la estela del Lazarillo.
e) Literatura de tipo reflexivo y prosa doctrinal, tanto individual como social, que trata de orientar en un mundo engañoso (prosa DIDÁCTICA).
f) Literatura satírco-burlesca


Tópicos del Barroco
Con el Barroco se vuelve a los tópicos de la Edad Media, que se revisten de una forma más culta y de una filosofía más profunda. Se deja el optimismo y claridad racional del Renacimiento y se vuelve al pesimismo y al oscurantismo medievales.

Desengaño. Es el tema general en una generación que se ha formado escuchando y leyendo a los ascetas y místicos de la España hipercatólica y encerrada en sí misma de Felipe II.

La melancolía saturniana. Bajo el símbolo de Saturno se suele expresar la melancolía por el paso de tiempo y la vejez.

Tempus fugit. La inestabilidad de los hombres y la fugacidad de las cosas porque el presente es una perpetua descomposición. "Solamente lo fugitivo permanece y dura". "Hoy pasa y es, con movimiento / que a la muerte me lleva despeñado". "Soy un fue, y un será, y un es cansado" (Quevedo). "Del tiempo huye lo que el tiempo alcanza" (Lope de Vega).

Adynata o mundo al revés. Quevedo frecuentemente altera el orden lógico por el que debería corresponder si hubiera justicia en el mundo, como en La hora de todos o la Fortuna con seso.

Mundo como laberinto, gran plaza o mesón. El mundo es un sitio donde siempre las apariencias engañan y sólo la prudencia puede evitarnos el mal.

Concordia de opuestos (Baltasar Gracián dice que nuestra vida se "concierta de desconciertos").

El mundo como guerra. "La vida del hombre milicia es en la tierra", dice Mateo Alemán. Quevedo: "Esta guerra civil de los nacidos".

Homo homini lupus: "El hombre lobo del hombre". El hombre no es bueno con sus semejantes, sino que se aprovecha de ellos. El tópico lo formuló Thomas Hobbes en su Leviatán, pero proviene de una frase de Plauto: lupus est homo homini, non homo.

Memento mori: "Recuerda que has de morir", frase con que se solían saludar los monjes franciscanos. También se suele decir "Et in Arcadia ego", esto es, "también yo (la muerte) estoy en la Arcadia".

Odi profanum vulgus et arceo: "Odio al vulgo profano y lo aparto de mí", Horacio. Desprecio de los aplausos de la muchedumbre y búsqueda sólo de los de la gente instruida o de buen gusto. Es un tópico propio de los prólogos; se ha perdido en el Barroco el nobilitare renacentista de la lengua y literatura tradicional y se busca ahora exclusivamente lo selecto.

Omnia mecum porto, "Conmigo llevo todas las cosas". Filosofía del estoico que no se ata a los bienes materiales del mundo.

Mundo como teatro. El mundo es un teatro para Calderón ("teatro funesto es, donde importuna / representa tragedias la Fortuna"), donde todo es apariencia; así lo reflejó en su auto sacramental El gran teatro del mundo. Sólo la reflexión y la abstención de acción, que nos distancian de lo que ocurre en escena, nos puede dar el sentido de la obra. El teatro del Globo isabelino tenía por lema "el mundo entero es un teatro".

Somnium Scipionis o "sueño de Escipión" (Cicerón). En un sueño, se ve a la distancia que dan las estrellas al gran imperio romano reducido a apenas una mota de polvo insignificante sobre la faz lejana de la tierra, por lo cual inspira desprecio toda ambición al lado de la recompensa que da la filosofía estoica.





En la literatura del Barroco predominan los contrastes entre:





Poesía del barroco
Los poetas barrocos del siglo XVII, siguieron mezclando estrofas tradicionales con las nuevas, así cultivaron el terceto, el cuarteto, el soneto y la redondilla. Se sirvieron de copiosas figuras retóricas de todo tipo, buscando una disposición formal recargada. No supone una ruptura con el clasicismo renacentista, sino que se intensifican los recursos estilísticos del arte renacentista, en busca de una complejidad ornamental, en busca de la exageración de los recursos dirigidos a los sentidos, hasta llegar a un enquistamiento de lo formal, escribieron sobre tópicos como la rapidez del tiempo, lo fugaz y la complejidad del mundo.



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